miércoles, 30 de noviembre de 2011

Cartas a los Maestros y un decálogo


Tropecé en estos días con un hermoso libro, que guardo desde hace muchos años,  Cartas a los Maestros de Leonor Paz y Paz, el cual comienza con una poética prescripción de Gabriela Mistral a los maestros, enumerando los imperativos que deben orientar a todo docente. El primero apunta a un requisito básico de la enseñanza infantil, lo cual a su vez evoca el asunto de las características propias de la docencia para cada nivel educativo. Otros niveles tendrán requisitos básicos diferentes. Pero claro, eso ya es otro asunto.
     Ella se convirtió en maestra como un reflejo de su propia forma de sentir la vida.

Decálogo del Maestro
  1. AMA. Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños.
  2. SIMPLIFICA. Saber es simplificar sin quitar esencia.
  3. INSISTE. Repite como la naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección.
  4. ENSEÑA. Con intención de hermosura, porque la hermosura es madre.
  5. SE FERVOROSO maestro. Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón.
  6. VIVIFICA tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.
  7. ACUERDATE de que tu oficio no es mercancía sino Oficio Divino.
  8. CULTIVATE. Para dar hay que tener mucho.
  9. ANTES de dictar tu lección cotidiana mira a tu corazón y ve si está puro.
  10. PIENSA en que Dios se ha puesto a crear el mundo de mañana.
Para cerrar, volvamos a las cartas de Leonor, en la primera de ellas, pregunta:
¿Has meditado en lo que serías tú, huérfano de niños?... 
O en general, se puede agregar, huérfano de alumnos?...

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