sábado, 9 de noviembre de 2013

INES: Identificando necesidades de enseñanza sistemáticamente

             Como cambian las cosas. En mis días escolares, la arroba era una medida muy antigua de peso que equivalía a unas veinticinco libras. La libra se sigue utilizando, por ejemplo en Guatemala, mi país de origen, como medida de peso. Recuerdo que el teclado de la portátil Royal de mi padre, se incluía ese símbolo, arriba de los números. Ahora es parte de las direcciones de correo electrónico.
 En estos días sucedió algo relacionado con ella. Con una Profesora no podíamos invocarla en el teclado en la computadora de la oficina. Preguntamos y nos daban la clásica respuesta: “Presionar a la vez  las teclas Alt  y 64”; pero no había manera, siempre fallábamos. Le preguntamos a una profesora quien ya iba de salida y nos dio la clave: “bloquea los números del tablero” y al hacerlo, problema resuelto. Algo parecido ocurrió alquilando un coche, como le llaman allí,  al cual, no lograba ubicar el retroceso y el encargado quien ya partía grito: “el anillo de la palanca” lo subí y entró el retroceso para nuestro alivio.
Estos ejemplos ilustran como una pequeña falla en conocimientos se magnifica a la hora de ejecutarlos, es decir convertirlos en conocimientos procedimentales. Esta clase de situaciones las aborda un artículo de Gilbert (Thomas F. Gilbert, 1927 - 1995), un psicólogo de los años sesenta inclinado a peculiares adaptaciones conceptuales, cuyo interés se centró en el rendimiento (performance) aportando enfoques muy prácticos.1 El premio de International Society for Performance Improvement, ISPI (Sociedad  Internacional para Mejorar la Ejecución) fue rebautizado en su honor en 1996, como el Thomas F. Gilbert Distinguished Professional Achievement Award. 2
La inclinación del autor por los términos arcaicos o derivaciones del griego le llevaron a acuñar, en el caso que nos interesa, dos: Matética (mathetics), un peculiar modelo de enseñanza y Praxeonomía (praxeonomy) un sistema para identificar necesidades de adiestramiento.
Lo peculiar del método matético aplicado  a la enseñanza bien sean rutinas o contenidos verbales, es que se empieza por el último paso de una secuencia; luego el penúltimo y así sucesivamente; se va retrocediendo garantizando de esta manera que el sujeto siempre completa la tarea. En la enseñanza de contenidos verbales la tarea se divide en etapas y se empieza por la última, para ir eliminando en los pasos sucesivos elementos que el alumno debe completar. Esto lo ilustró Susan M. Markle, su colega, con el ejemplo de enseñar los elementos de la célula,3  a finales de los sesenta, en su libro “Cuadros buenos y malos. Gramática de escritura de cuadros”, hoy agotado. Para colmo, el último término del modelo fue mal traducido al español4. 
Para enseñar a colocar las piezas de ajedrez, el primer paso, es mostrar  los peones y las piezas mayores en su puesto en el tablero (Demostración). Se retiran las torres, para que el sujeto complete el paso devolviéndolas al sitio correspondiente (Ayuda). Finalmente debe colocar los caballos y luego las otras piezas mayores en su sitio (Eliminación  o liberación de la ayuda al sujeto). El modelo matético se puede, por lo tanto, resumir en tres pasos Demuestre, Guíe, Libere.
Su praxeonomía por otra parte, propuso reglas para identificar propósitos. Nos interesan las dos primeras reglas. La primera que define la noción de Objetivos de Instrucción o de enseñanza (OI), como una discrepancia entre el rendimiento esperado (RE) y los conocimientos que tiene el alumno (CE) o conocimientos "de entrada" sobre ese tópico. La segunda, regla utilizando la  polaridad Logro-Adquisición (Acquirement -  accomplishement), apunta a que una pequeña falla en adquisición, lleva a una gran falla en la ejecución. Si no se domina un pequeño detalle, parte de la secuencia de una ejecución, el asunto no funciona, como fue el caso de colocar la @ o ubicar el retroceso en un carro desconocido. Estos ejemplos reales ilustran la importancia de esta noción en el abordaje de Gilbert en el análisis de lo cotidiano.  
4. El tercer término “release” (Libere), en el texto original de Markle,  se tradujo como “publique”. Tradutore traditore

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario